Y seguimos sumando rutas. Esta vez el Monte Buciero.
A pesar de que he realizado muchas veces este monte en bicicleta, nunca me he acercado a los restos de la antigua batería de San Felipe. Buscando como alargar un poco la ruta se me ocurre subir hasta la cruz y atravesar todo el monte.
Aparcamos en las proximidades del fuerte del Mazo y dejando a nuestra izquierda el Polvorín del Helechal empezamos nuestro ascenso.
Al principio muy cómodo, pero a medida que nos vamos acercando al pico Buciero la cosa se complica y en un par de tramos tenemos que agarrarnos con pies y manos para seguir ruta.
Hemos llegado a nuestro primer punto. Nos tomamos un pequeño descanso haciendonos la foto en la cumbre y posteriormente en la bandera de Cantabria que tenemos a unos pocos metros en la llamada Peña La Zarceta.
Pasamos por las proximidades de la peña del Ganzo y cogemos el camino del Bosque de los avellanos.
Una vez cumplimentado este tramite y habiendo llegado a las antiguas minas, previo paso por el bosque antes mencionado, nos tomamos otro pequeño respiro en las inmediaciones de la Casa La Leña
Ya nos vamos acercando a nuestro segundo punto del día.
Los impresionante acantilados que tenemos a la derecha de nuestra senda nos dejan con la boca abierta.
Justo cuando comienzan las escaleras para bajar al faro del pescador tomamos una senda a la derecha que nos lleva hasta la Batería de San Felipe.
Menudas vistas del mar Cantábrico. Podemos ver la costa Oriental de Cantabria con sus montes y ensenadas. La tranquilidad que se respira solo se rompe con el sonido del motor de algún barco pesquero que pasa a nuestros pies.
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| Bajada al Faro |
Fotos fotos y mas fotos, pero hay que regresar. Volvemos sobre nuestros pasos, primero hasta las escaleras del faro del caballo y luego hasta los cuatro caminos.
En este punto dejamos a nuestra derecha la senda que lleva al faro del pescador y continuamos hacia el Encinar Cantabrico. Hemos cumplimentado los dos sitios que teníamos previsto y regresamos a nuestro coche.
Como disponemos de algo mas de tiempo, investigamos una posible ruta para subir a la Atalaya, pero llegamos a una praderia que entre espinos y zarzas no nos deja continuar. Nos damos media vuelta y regresamos por nuestros pasos hasta el cruce donde tomamos dicho sendero.
Entre ir y venir hemos agotado el tiempo de ruta y volvemos a por el coche que lo tenemos a escasos 300 metros.
Cualquier RUTA por el Monte Buciero seguro que nunca defrauda.